Efemérides de Hernando: 19 de Enero

El 19 de Enero de 2017 falleció Don Luis Gonzalez

El jueves 19 de Enero de 2017, estuvo marcada por la triste despedida a Don Luis Gonzalez, quien partió de este mundo a los 91 años. A lo largo de su vida, dejó huellas bien marcadas en diferentes instituciones de la ciudad.

Para recordarlo, traemos a la memoria un artículo a través del cual se describe a su persona, que décadas atrás, escribió Gustavo Hérranz para la sección “lugares y personajes” de La Voz del Interior:

Luis González, “Don Luis”, como todos lo conocen en Hernando es el propietario de uno de los comercios más antiguos de la ciudad. Pero no es “sólo” eso. Hijo de inmigrantes españoles, Luis es uno de los referentes de la mayoría de las instituciones de la ciudad porque si no ha sido responsable de su fundación, conoce su historia. Fue diputado provincial hacia finales de la década del ’50, uno de los fundadores de la Fiesta Nacional del Maní, patrocinador de distintas escuelas rurales y organizador de distintos eventos.

Don Luis es uno de los hombres que tomó el mostrador como oficio, pero que hizo escuela en el arte de instruir. Con apenas sexto grado cursado fue un libro viviente de consulta permanente.

Pudo hablar de actualidad nacional, pelear con las autoridades municipales, dar clases de historia y hasta comer “empanadas con sopa”.

Casa Luisito

“Casa Luisito” nació en 1925 como una especie de cigarrería de paso en los años que Hernando era sólo un descanso del ferrocarril. El negocio se dedicó, después, a la venta de diarios y revistas. Por entonces su padre –Luis– y su madre –Dominga– se encargaban de atenderlo de manera rotativa porque era frecuente que Luis padre viajara en tren a Rosario para realizar comisiones.

Casa Luisito fue cambiando de locales hasta que el 28 de agosto de 1933 se instaló de manera definitiva donde hoy se lo encuentra: al frente de la plaza central de la ciudad que por entonces “estaba cercada por alambres para que los caballos no destruyeran las plantas”.

“El nombre del negocio surgió cuando un sacerdote, el padre Andrés Gallastegui que por entonces regenteaba el colegio Santísima Trinidad (donde a la postre se enamoraría de una docente por la cual dejaría los hábitos), le vino a pedir a mi padre un anuncio para El Adalid Trinitario, uno de los tres periódicos que de manera simultánea llegó a tener Hernando. Mi padre no era de hacer publicidad pero como se trataba del cura se la dio y éste fue el responsable del nombre del negocio que improvisó para el anuncio gráfico”.

Don Luis comenzó a trabajar en la librería cuando tenía 10 años alternando la tarea con su asistencia a la escuela Florentino Ameghino que por entonces existía en Hernando a cargo del maestro Cecilio Quiroz. Antes, había cursado primero y segundo grado en la escuela “Nacional número 275” (hoy Gobernador José Javier Díaz). Cuando el maestro se fue de Hernando, la Florentino Ameghino, que era una escuela de régimen libre, se cerró.

Don Luis no sólo trabajó en el comercio de la familia sino que también entre 1941 y 1948 lo reemplazó a su padre en la tarea de realizar comisiones a Rosario. Por entonces, Hernando mantenía la mayor parte de sus relaciones comerciales con la ciudad santafesina. En parte por la escasez de vías de comunicación terrestres entre Hernando y Córdoba (sólo había un tren que pasaba cada dos días) y además, por hecho de que la mayoría de los habitantes de Hernando eran inmigrantes y tenían parientes allá, cerca del puerto.

Los diarios de aquellos tiempos

“A pesar de que por ese entonces había tres diarios en Córdoba aquí casi no se veían, no tenían influencia, porque se leían más La Capital de Rosario y Crítica de Buenos Aires. En cuanto a revistas sólo había tres o cuatro”, afirma Luis.

“De las noticias de Córdoba sólo se enteraban aquellos que estaban suscriptos. En 1940, a medida que fueron mejorando los caminos y los transportes, empezaron a entrar más noticias desde la capital de la provincia. En este tiempo estaban Los Principios, El País y La Voz del Interior. Luego aparecieron El Meridiano, que era un diario que habían sacado los peronistas, y el Córdoba, que salía de noche y se vendía mucho por estos lares”.

Don Luis comentaba que si bien los periódicos no llegaban tan temprano, se podían leer en el día. “Me acuerdo que al consultorio del doctor Galán venían los médicos Cadelago, Mafrán y Remonda, éste último era prácticamente el dueño de La Voz del Interior. Cuando Remonda venía a atender teníamos La Voz a primera hora porque lo traía él mismo” supo contar.

Los diarios hernandenses

Casa Closs era la gran imprenta que tenía Hernando en la época de los tres diarios cordobeses. Como poseía planchas grandes ahí se llegaron a hacer los tres periódicos que tuvo Hernando en su época de oro. “Lamentablemente ese tiempo terminó antes de lo pensado porque con la prensa tenían mucho que ver los partidos políticos y, excepto los socialistas, ninguno se interesaba demasiado por las letras”, había dicho Don Luis.

“Yo tuve un periódico que se llamó La Voz Demócrata, fue durante la primera presidencia de Perón, allá por el ’50. Lo dejé porque si bien no me perseguían por las ideas todos los días me hacían una inspección distinta. Yo regalaba los ejemplares y nadie aportaba nada, así que decidí darlo de baja”.