26 de Septiembre: Se consagró la iglesia y el altar de Parroquia San José

El 26 de Septiembre de 2021, se consagró la iglesia y el altar de Parroquia San José

El domingo 26 de Septiembre, se vivió un momento histórico en nuestra Parroquia San José, ya que se desarrolló la Consagración de la iglesia y altar a cargo del Monseñor Samuel Jofré, quien hablo con la prensa al finalizar la misma. Allí destacó, dando detalles de uno de los ritos efectuados, de colocar y encender 12 velas, que: “el templo está construido sobre doce columnas que representan a los 12 apóstoles de los que somos herederos de esta preciosa tradición.

A su vez, explicó, con respecto a las reliquias que se colocaron en el altar, durante la celebración de la misa que: “los primeros siglos de la iglesia fueron de una persecución dura y sangrienta, por lo que se celebraban las misas sobre las tumbas de los mártires”, y aclaró: “porque si bien la iglesia se apoya sobre la fortaleza de Cristo, Dios ha querido unir nuestra entrega, por eso los primeros cristianos vieron que se mezclaba la sangre de los mártires con la de Cristo, uniendo el sacrificio de los mártires a la de Cristo. Por eso se extendió la costumbre de llevar pequeñas reliquias (que son restos) de los mártires”.

Vale aclarar que las reliquias colocadas en nuestro altar son las de San Lucio, San Jerónimo y Santa Lucía.

¿DE QUÉ SE TRATA? Se trata de una ceremonia muy especial que consiste en consagrar un edificio a Dios, haciéndolo un templo santo y destinado exclusivamente al culto. Es un rito muy importante dentro del culto católico que incluye muchos gestos cargados de simbolismo: se rocía el templo y a los fieles con agua bendita, en memoria del bautismo; se cantan las letanías de los santos y se colocan reliquias debajo del altar; se reza una solemne plegaria de dedicación parecida a la oración con la cual se consagran los sacerdotes; se unge con el Santo Crisma (un aceite mezclado con perfumes) el altar y doce cruces colocadas en el templo; se quema incienso sobre el altar, significando la oración de la Iglesia que tiene su momento máximo en la misa; se viste e ilumina el altar y el templo, expresando la luz que es Cristo y quedando preparado para el momento central de la Santa Misa.